• Las fotografías de gran formato que jalonan los Jardines de Méndez Núñez documentan los daños que el expolio de recursos deja tras de sí en las poblaciones locales de distintas áreas del planeta
  • Un paseo reflexivo. Esa fue la pretensión del Movimiento Acampa pola Paz e o Dereito a Refuxio. La Red está convencida de que el impacto visual de las imágenes es una de las fórmulas más adecuadas para crear una conciencia crítica en la sociedad. El objetivo está alcanzado

Un paseo reflexivo, esto es lo que la Red Acampa se propuso ofrecer a la ciudadanía cuando decidió sacar la exposición “A Vida Negada” -enmarcada en la celebración de su V Encuentro Internacional Acampa pola Paz- a la calle. Eso sí, en un espacio privilegiado, los céntricos Jardines de Méndez Núñez. Según cálculos de la organización, cuando la muestra sea clausurada, el próximo 10 de octubre, habrá sido vista por alrededor de 120.000 personas, una cifra nada desdeñable si pensamos que A Coruña tiene una población entorno al cuarto de millón de habitantes.

Los trabajos de los siete fotoperiodistas con cuyas obras se conforma “A Vida Negada” no dejan indiferente. Y permiten a los transeúntes asomar a los espacios más diversos con un denominador común, el saqueo de recursos y la violencia, pobreza y muerte que esa práctica abusiva siembra en las poblaciones locales esquilmadas. Judith Prat nos presta su mirada al robo de la tierra y al trabajo de las campesinas en su defensa, en puntos tan alejados como Mozambique, México o Yemen. Javier Corso nos sumerge en la dureza de las explotaciones mineras de esmeraldas de Colombia, que enriquecen obscenamente a unos pocos y condenan a la miseria, al hambre y al trabajo semiesclavo a la población local. Luis de Vega nos muestra una realidad en la que España, como país, no es inocente: los dos lados del muro que Marruecos levantó para someter al pueblo saharaui. Pablo Piovano sobrecoge con su repaso a la enfermedad y a la muerte que el uso de agrotóxicos como el glifosato sembró en los campos latifundistas de Argentina. Xosé Abad nos permite conocer el día a día de uno de los asentamientos que el MST (Movimento dos Trabalhadores Rurais sem Terra) tiene en Brasil, en donde viven a cobijo miles de campesinos a los que se les devuelve la tierra y la esperanza. Akintunde Akinleye nos enfrenta a ese espacio degradamente irreal que dejan las explotaciones petrolíferas en el delta del Níger. Por último y de la mano de Víctor Moriyama los visitantes pueden sentir la devastación de la Amazonía, con millones de hectáreas arrasadas en el pulmón verde del planeta por causa del fuego o la tala indiscriminada de especies milenarias para conseguir acrecentar más y más las explotaciones agrícolas o ganaderas…

La Red Acampa está convencida de que el impacto visual de las imágenes es uno de los vehículos más rápidos para la reflexión y una de las fórmulas más adecuadas para crear una conciencia crítica en la sociedad. En esta ocasión, además, y debido a los ataques nocturnos que la muestra sufrió en las primeras semanas, sirvió también, aseguran desde la organización, “para reflexionar sobre la sociedad más cercana y sobre aquellos –afortunadamente una minoría- que creen que lo público, lo que es de todos, puede ser vandalizado”.

Aún hay tiempo. “A Vida Negada” permanecerá en los Jardines de Méndez Núñez hasta el domingo 10 de octubre. Así que desde la Red Acampa reiteran la invitación a la ciudadanía para que la disfruten. Lo que es seguro, porque así lo confirmó tanto la asistencia del público a las distintas propuestas del programa del V Encuentro Internacional Acampa pola Paz (9-11 de septiembre) como las visitas a la exposición, es que el Movimiento Acampa cuenta con la complicidad de la ciudadanía coruñesa por lo que solo queda reiterar las gracias.

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